Sr. Lector: No guiarse por estos trenes para sus viajes, algunos puede ser que ya no circulen. Grandes Viajes en Tren. Viajes por distintos países. Sitio sin fines de lucro.

martes, 28 de agosto de 2018

El Transiberiano

Es uno de los trenes más famosos del mundo, pero no existe. El Expreso Transiberiano es en realidad el tren Rossiya; pero sigue siendo aún un viaje de dimensiones épicas, una conexión entre el este y el oeste y un símbolo permanente de lo que fue la unidad rusa en un mundo revolucionario.
En contra de lo que piensa la mayoría de la gente, en los itinerarios de los ferrocarriles rusos no hay ningún Expreso Transiberiano. Sin embargo, hay un Rossiya que circula diariamente, durante todo el año, de Moscú a Vladivostok. Hay también dos trenes a la semana que realizan prácticamente la misma ruta hasta Beijing: uno es el tren TransManchuriano (vía Harbin) de los ferrocarriles rusos y el otro el TransMongoliano, de los ferrocarriles chinos.
En el Rossiya, la mayoría de los viajeros recorren tan sólo una parte del trayecto, pues este tren realiza un servicio relativamente rápido entre ciudades importantes, tales como Ekaterimburgo, Novosibirsk o Irkutsk. Sólo los viajeros más resistentes o los más aventureros hacen el viaje completo. A intervalos regulares a lo largo del trayecto se cambian las locomotoras, se comprueban los bogies, según se deduce del sonido metálico producido al golpear una barra de acero, y se bombea el agua fresca necesaria para el suministro del tren por medio de mangueras.
Hay dos clases de acomodos: blando, con asientos totalmente tapizados, y duro, con asientos de plástico o de cuero. Los dos tipos de asientos se convierten en camas para viajar de noche. El tipo de acomodo blando consiste en grandes compartimentos "tipo europeo" con 2 ó 4 literas, mientras que el tipo de acomodo duro consiste en compartimentos de cuatro literas o en coches sin compartimentos. El Rossiya es, además, uno de los pocos trenes rusos que ofrece lo que la compañía ferroviaria llama coches cama. Estos llevan sólo 18 viajeros por coche en compartimentos relativamente espaciosos de 2 literas.
Cuando el viajero llega a Moscú, Intourist puede proporcionarle un coche que le lleve hasta la estación y un maletero, pero también puede hacerlo por sus propios medios. Aquí un dólar puede obrar maravillas. El cobrador regoge los billetes en la puerta y comprueba los pasaportes y los visados. Su uniforme será tan sólo el primero de los muchos que se verán a lo largo del camino.
El Rossiya avanza rápidamente a través de la taiga, la gran selva forestal de Siberia. 
La Gran Carretera de Correos
Antes de la construcción del ferrocarril, Perm era el inicio de la Gran Carretera del Correo Siberiano; en realidad poco más que una carretera polvorienta, que llega hasta Irkutsk, junto al lago Baikal. Era éste el punto evidente para iniciar la construcción del ferrocarril Transiberiano, uno de cuyos primeros tramos, finalizado en 1878, comprendía desde ese punto hasta Ekaterimburgo.
Poco después de Pervoralsk, el tren deja atrás un obelisco blanco. En uno de sus costados está grabada en ruso la palabra Asia; en el otro; Europa.
Después de 1.818 kilómetros se llega al cruce de Ekaterimburgo, el lugar donde en 1917 fueron asesinados el zar Nicolás II y su familia. Se trata de una gran ciudad industrial situada en medio de los sinuosos Urales; más allá está Siberia (que significa "la tierra dormida"), con sus extensos bosques de abedules plateados. Uno de los túneles más grande se encuentra en Elansk, a unos 130 kilómetros de Ekaterimburgo.
Cuando el tren cruza Barabinskaya el viajero se encuentra en uno de los tramos del ferrocarril con mayor densidad de tráfico del mundo.
A Novosibirsk, con una población de 1,5 millones, se le denomina frecuentemente "el Chicago de Siberia", debido a su importancia como centro industrial y de transporte. La línea se une en este punto con el ferrocarril Turkestan - Siberian, de 1.442 kilómetros de longitud, cuya construcción terminó en 1931, y por medio del cual intercambia cereales y madera con el algodón procedente de Asia. Las enormes estaciones de mercancías, situadas fuera de la ciudad, son dignas de ver y recordar.
Izq.: Jugar a las cartas es uno de los pasatiempos favoritos durante las pesadas veladas del Transiberiano. Además de este coche repleto de literas, se pueden escoger también compartimentos de 2 o 4 literas. Der.: El tren TransManchuriano Moscú - Beijing llegando a Irkutsk, en la Siberia oriental. Lo arrastra una VL-10 de los ferrocarriles rusos, una unidad eléctrica Bo-Bo de 3.000 V. 
La Vasta Taiga
Tras cruzar el río Yenisei, el tren penetra en la taiga, una enorme extensión boscosa que ocupa casi el 40% de Rusia. El escritor Anton Chejov dijo de ella en una ocasión: "su fuerza y su magia no residen en el tamaño de sus árboles gigantescos ni en la profundidad de su silencio sepulcral, sino en el hecho de que las aves migratorias sean las únicas criaturas que conocen sus límites".
La ciufdad de Tayshet (4.522 km.) es la bifurcación de la línea principal Baikal Amur Mainline (BAM), el gran sueño de la era soviética de construir una segunda conexión hacia el Pacífico, al norte del lago Baikal e incluso más allá de China. En 1984 se acabaron de colocar los últimos tramos de vía básicos; los 3.145 km. de vía habían supuesto más de 3.000 millones de libras. Millones de árboles fueron talados, se construyeron 2.400 puentes y se perforaron siete grandes túneles a través de un terreno montañoso. Gran parte del trayecto transcurre a través de zonas permanentemente heladas, y los aludes, las zona pantanosas y los terremotos suponen riesgos añadidos. Finalmete, la línea se abrió al tráfico regular en 1989. Una de las principales paradas del camino se efectúa en Irkutsk, al este de Siberia (5.191 km.).
A Mitad de Camino
Cuando el tren sale de Irkutsk hay un letrero que indica que se trata de la mitad del camino entre Moscú y Vladivostok. Poco después, la línea se introduce en un túnel, el primero desde Moscú, y sigue por la orilla meridional del gran lago, serpenteando a través de un espeso bosque de abedules. En este tramo la línea llega a su punto más alto: 1.025 metros.
El desvío hacia Beijing (Pekín, vía Mongolia, se hace en Ulanude (a 5.647 km.), donde se llega poco después de la medianoche cuando aún quedan 3.650 kilómetros o 62 horas para llegar a Vladivostok. Ésta es una ciudad poco atractiva, con cobertizos de madera y chimeneas de fábricas.
La mayoría de las estaciones del itinerario son un sombrío recuerdo de la rígida arquitectura soviética.
Un Puente a Japón
Una vez pasado Chita (6.204 km.), el trayecto de Manchuria a Beijing -el trayecto original a Vladivostok- se desvía hacia el sur. En la mayoría de los ramales de tráfico de mercancías que salen de aquí circulan trenes contenedores en una ruta que constituye un puente de conexión entre Japón y Europa occidental, en competencia con el transporte naval.
En Kuenga (6.531 km.), el Rossiya circula por el ferrocarril Amur, cuya construcción inició en 1908, inaugurándose en 1916. Se hizo con la intención de afianzar un trayecto hasta Vladivostok a través del territorio ruso, reemplazando al ferrocarril de la China oriental, de propiedad rusa, que originalmente conectaba Vladivostok con el Transiberiano. Las instrucciones del zar eran que el ferrocarril se ciñera a la frontera, pero que de ningún modo llegara al alcance de la artillería china.
La mayor parte de la línea Amur está construida sobre un suelo permanentemente helado, lo cual, incluso hoy día, representa un gran problema para los ingenieros ferroviarios. Ahora toda la línea está electrificada, pero los postes de las catenarias, colocados un tanto precipitadamente, son propensos a inclinarse, especialmente en primavera, cuando el terreno está blando, y tienen que enviarse unas brigadas especiales de trabajadores para comprimir la tierra y enderezarlas.
Ya en Jabarovsk, el paisaje es agreste, de alta montaña, y bastante parecido al de las Montañas Rocosas canadienses.
Después se llega a Skovorodino (7.313 km), por un trazado lleno de curvas, y a través de un paisaje poco agradable.
Finalmente aparece un puente de 22 arcos que cruza el Amur y se llega a Jabarovsk (8.531 km.). Mientras el tren cruza el puente retumbando, el viajero puede ver a cada extremo una garita de vigilancia y, en invierno, cómo los pescadores prueban suerte con sus cañas a través de agujeros hechos en una capa de hielo de medio metro de espesor; los peces, una vez fuera del agua, se congelan en un par de minutos. Viajando en dirección contraria, el tren puede evitar el puente utilizando un túnel de vía única que fue construido secretamente en los años 30 del siglo pasado, en previsión de la guerra contra Japón.
La línea del Transiberiano, en la foto al este de Krasnoyarsk, no es cualquier cosa. Toda la línea tiene doble vía, está electrificada, tiene señales luminosas de colores en todo su recorrido y gran parte de las vías están soldadas, sin juntas. Los viaductos que cruzan los anchos ríos siberianos son grandes obras de ingeniería. 
Rumbo Sur, dirección: Vladivostk
A partir de Jabarovsk, el Rossiya se dirige hacia el sur a través de un terreno llano y pantanoso, cuando quedan 766 kilómetros para llegar a Vladivostok. En la mayor parte de este trayecto de doble vía hay montañas a la izquierda, mientras que a la derecha está el ancho río Ussuri y la frontera china.
Finalmente, una semana y dos horas después de la partida, el viajero llega Vladivostok, una fea pintura con un bello marco. La fealdad es la de la ciudad de hormigón; la belleza, la de los 7 kilómetros de puerto y las montañas que hay tras él.
La estación de tren de Vladivostok. Desde aquí se puede coger un tren transbordador hasta el puerto de Nakhodka, así como ferrys a Japón y a Hong Kong.
Estación de Novosibirsk. « © A.Savin, Wikimedia Commons »
Estación Vladivostk

Algo que parecía imposible
Perry McDonough Collins,banquero americano y agente de bolsa, fue el primero en proponer un itinerario Transiberiano en 1857. 
Su propuesta fue rechazada, así como la del Conde Muravyev Amurski, otra de un ingeniero inglés llamado Dull y una de un trío de ingleses llamados Morison, Sleigh y Horn. 
Pasaron 33 años antes de que se diera la conformidad para empezar la construcción, un 24 de febrero de 1891.El Zar Nicolás cavó el primer hoyo en Vladivostok el 31 de mayo de 1891, y un año más tarde se creó un financiado "Comité para el Transiberiano". 
Las dificultades pasaron por los escarpados acantilados junto al Baikal; el pillaje de los bandidos presidiarios que se cebaban en las cuadrillas de la obra, ya desvastadas por la plaga bubónica, la terrible tasa de homicidios entre los obreros y los tigres de Manchuria que acechaban el último tramo de la línea, entre Jabarovsk y Vladivostok, pusieron la guinda.
Fuente: El Mundo de los Trenes - Ediciones del Prado S.A. 1997 - Madrid (España), salvo mención expresa.

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