CHICAGO - BAHÍA DE SAN FRANCISCO
El California Zephyr de Amtrak es un regalo para entusiastas del ferrocarril, historiadores apasionados, geólogos aficionados y, sobre todo, para aquellos que buscan un recorrido tranquilo, de dos días, desde Chicago, Illinois, a la bahía de San Francisco, por la ruta ferroviaria más pintoresca de los 48 estados adjuntos de los Estados Unidos.
El Superliner California Zephyr, efectúa su salida de la estación Chicago Union, recientemente renovada con un presupuesto en dólares multimillonario, sale a la luz del día entre un edificio de oficinas y la oficina central de correos. A la derecha, queda la estación de clasificación y el taller de mantenimiento de los trenes de tráfico pendular, mientras que, a la izquierda, está la terminal Amtrak en Chicago, que incluye la estación de mercancías.
Esta fotografía muestra el California Zephyr partiendo de Chicago. A la derecha, pueden verse las cocheras, mientras que las vías de los trenes de tráfico pendular Metra quedan a la izquierda. |
Dejando atrás la ciudad del viento
Durante los primeros 61 km de los 2.416 que tiene el trayecto, el tren atraviesa la línea principal, en su mayoría de tres vías, de Burlington Northern, uno de los tramos ferroviarios con más movimiento de este lado de la Costa Este, en el que a menudo circulan al día más de 120 trenes de viajeros y de mercancías. Veintiséis son las paradas con que cuentan los cientos de viajeros que se desplazan a diario en esta línea para ir a trabajar. En Aurora, mirando a la derecha, se ve el nuevo centro de transporte, en el que se conserva una casa de piedra que según se dice es la más antigua de los Estados Unidos (acabada en 1866). Al oeste de Aurora, se desvía la bulliciosa línea principal de BN hacia el noroeste del Pacífico.
En cuanto al paisaje se refiere, el centro de Illinois ofrece poco más que un territorio llano y una sucesión de pequeñas ciudades, pero esa zona cuenta con una agricultura de las más ricas y fértiles del mundo. En la parada de la estación de Galesburg, a 261 km de Chicago, cerca de la nueva estación construida con un estilo tradicional, está expuesta una locomotora de vapor 4-6-4 de la Ruta Burlington (anterior a BN).
69 km al oeste, el CZ cruza el Mississippi, la mayor vía navegable de los Estados Unidos, y entra en Iowa, que en su mayor parte se cruza de noche. Poco después de la media noche, el tren para en Omaha, la ciudad más grande de Nebraska, y después, 87 km más allá, se detiene en Lincoln, la capital del estado. La salida del Sol sorprende al CZ circulando a través de las altas llanuras del este de Colorado, siguiendo una imperceptible subida de los 183 m. sobre el nivel del mar de Chicago a una altitud de 1.675 m en Denver. El tramo este de Colorado es relativamente llano, en una tierra de pastos y cultivos.
Denver, al pie de las montañas Rocosas, es una de las ciudades estadounidenses que ha desarrollado un crecimiento más rápido, y sus alrededores, complejos industriales y estaciones de clasificación ferroviarias, se extienden desde el centro de la ciudad. El tren realiza un movimiento de marcha atrás en la estación terminal y pasa por un nuevo estadio de béisbol. Hay tiempo suficiente para examinar la sala de espera (construida en 1916) de esta conocida estación y para visitar las tiendas que venden recuerdos del ferrocarril.
El tren California Zephyr por las rocas del Gran Cañón. |
Las rocas rojas del Gran Cañón forman parte de dos formaciones geológicas: Entrada y Morrison. La formación Morrison es prolífica en fósiles de dinosaurios, lo cual se puede ver en el Monumento Nacional del Dinosaurio (entre el límite de los estados de Colorado y Utah). El Río Colorado cortó las capas de esquisto y piedra arenisca, al mismo tiempo que la fuerza geológica sustentó el terreno circundante, un proceso que dio lugar a la formación de un gran número de cañones.
La ofensiva a las Rocosas
Cuando el CZ deja Denver, el control del tren pasa a las vías y al personal de Southern Pacific. No hay que dejarse engañar por el nombre de Southern Pacific; hasta hace poco era la línea principal del legendario Denver & Rio Grande Western, cuyo lema era: "A través de las rocas, no por ellas", y los viajeros descubrirán rápidamente el porqué de esa leyenda. El ferrocarril realiza primero una pirueta decidida en la imponente cadena montañosa, antes de dar la vuelta sobre sí mismo para ganar 60 metros de altitud, mientras asciende por una pendiente de 20 milésimas por metro alrededor de las curvas de 10° de radio de Little y Big Ten. Luego, el tren asciende por un saliente de la montaña y, después, vira hacia el oeste para continuar una subida de 20 milésimas por metro a través de 27 túneles (de un total de 29) en sólo los siguientes serpenteantes 21 km.
Finalmente, aparece delante un ancho valle, pero sólo conduce al pico James, de 4.024 m de altura, el cual se superaba inicialmente con una vía de 40 milésimas por metro sobre los 3.560 m de Rollins Pass. En 1928, se inauguró el túnel de Moffat para perforar el Front Range, de 2.816 metros, y, en la actualidad, el Zephyr recorre los 10 km en poco más de 10 minutos. Si se mira hacia la izquierda al dejar el portalón oeste, se puede ver el telesquí y (en invierno) algunos esquiadores en las laderas del Winter Park.
En Fraser, donde con frecuencia se registran las temperaturas más bajas de los 48 estados, el paisaje se abre al ancho valle de Middle Park. La geología, y por ende el paisaje, está estructurada a lo largo de esta parte del itinerario como un gran drama teatral. Hay momentos "cruciales" con vistas sobrecogedoras, en fino equilibrio con kilómetros de una tierra contenida que proporcionan el tiempo preciso para meditar sobre lo que se ha visto y prepararse para el siguiente acto, siempre diferente en esta textura geológica. A1 oeste de Tabernash, el tren circula por el cañón del río Fraser hasta Granby (puerta de entrada al Parque Nacional de las Montañas Rocosas), donde se encuentra con el río Colorado. Durante las seis horas siguientes, se suceden los seis cañones principales, cortados por el Colorado: Byers, Gore, Red, Glenwood, De Beque y Ruby.
El ferrocarril continúa hacia el oeste a través del desierto de Utah. En el norte, paralelos a la ruta, se encuentran los Book Cliffs (los acantilados de los libros), así llamados por que parecen los lomos de un montón de libros apilados unos encima de otros. Hace entre 95 y 65 millones de años, las acometidas y retiradas del mar depositaron aquí capas sucesivas de esquisto (roca de color negro azulado) y piedra arenisca.
Tras las paradas de Thompson y Helper el tren deja a la derecha una formación rocosa llamada Castle Gate. Hay minas de carbón en esta zona, y parte de este mineral lo transporta el Utah Railroad.
El tren llega a la cima de las montañas Wasatch, Soldier Summit (2.268 m), y luego empieza a descender a través de dos curvas de herradura. La oscuridad de la segunda noche rodea al tren en el camino de bajada por el cañón del río Spanish Fork, que incluye el pasaje por uno de los dos nuevos túneles de 914 m, construido en 1983, cuando las lluvias ocasionaron un corrimiento de lodo que bloqueó el ferrocarril e inundó Thistle.
Se realizan paradas en Provo y Salt Lake City, esta última, capital del estado de Utah, fundada por los mormones en 1847. Es justo medianoche cuando el tren rodea la orilla del Great Salt Lake en Union Pacific Railroad para circular por el desierto de Nevada. La operación del tren vuelve a pasar a Southern Pacific, en Vinnemucca, para afrontar el trayecto a California por Donner. Primero, llega la parada matinal en Reno; la segunda parada es en Las Vegas, una ciudad donde está autorizado el juego.
El tren entre las rocas y el río. |
La vía de ancho estándar fue construida en 1890, a través del cañón Ruby, por Rio Grande Western Railway, una de las compañías anteriores a Denver & Río Grande Western (la cual ha pasado a formar parte de Southern Pacific). Este trayecto sustituye a un itinerario de vía estrecha, largo y tortuoso, que va hacia el norte.
Los carriles inician el ascenso a las montañas de Sierra Nevada, a lo largo del río Truckee. Aunque en muchos sitios las vías dirección este y dirección oeste están separadas, construidas en años posteriores, ésta es todavía la ruta original del Transcontinental a través de los Estados Unidos, inaugurado en 1869 por Central Pacific con la ayuda de 13.000 obreros llevados de China. La vía dirección oeste se enfrente ahora con una pendiente que está entre 10 y 20 milésimas por metro.
Ambas alineaciones tienen un total de 39 túneles. Los carriles se aproximan al lago Donner, donde los pioneros de la emigración de Midwest a California quedaron aislados por la nieve en el invierno de 1846-1847, muriendo 35 personas. El punto más alto de la línea está en Summit, a 2.145 m, aunque el tráfico dirección oeste pasa por un túnel de unos tres kilómetros de largo inaugurado en 1925. En Norden, hay una plataforma giratoria cubierta y parte de un complejo de galerías paranieve de 5 km, aún en uso (restos de una red mucho mayor). Quitanieves rotatorios mantienen la línea abierta desde el invierno de 1992-1993. El pintoresco descenso hasta la ciudad ferroviaria de Roseville transcurre en otras dos horas.
Aquí vemos al Superliner en la zona más alta del paso Donner. Este itinerario no obedece a la costumbre local estándar, sino que va siguiendo la cresta de las montañas en lugar del valle de un río. |
La llegada a la soleada California
Sacramento es la capital de California. A la izquierda, cuando el tren sale, queda el excelente Museo Ferroviario del Estado de California. Oakland está a menos de 137 km, mientras el CZ cruza tierras de labranza famosas por su arroz y otros cultivos. A la izquierda de nuevo, puede verse un avión de transporte en la base Travis Air Force y, después, los barcos de Mothball Fleet, en la Bahía de Suisun. El tren cruza Carquinez Strait por un enorme puente de acero ( 1.708 m de largo) y rodea la orilla sur de la bahía de San Pablo. En Richmond, se pueden ver a la izquierda los coches de tráfico rápido del Sistema de Tránsito Rápido de la Zona de la Bahía (BART). Tras dejar Richmond, cruzando la bahía de San Francisco, se divisa el perfil recortado de la ciudad de San Francisco y el Golden Gate. El CZ llega a Oakland a la hora estipulada, y allí unos autobuses lanzadera llevan a los viajeros hasta San Francisco.
Los seis cañones
El cañón Byers: el centro vacacional Hot Sulphur Springs anuncia la proximidad del cañón Byers, un estrecho desfiladero con acantilados verticales.
El cañón Gore: este espectacular cañón de colores oscuros se recorta entre la Sierra Media de las Rocosas, y debe su topografía a la posición vertical de un arcaico tipo de granito llamado gneis.
El cañón del Colorado: a lo largo de la línea, construida en 1934, la piedra arenisca del cañón del Colorado, depositada hace 150 millones de años, ha ido formando pendiente; el color característico de este cañón se debe al óxido de hierro.
El cañón Glenwood: durante más de 24 kilómetros, el derecho de paso queda enmarcado por el río Colorado y formaciones rocosas en vertical, predominando la piedra caliza con formas parecidas a bloques fracturados. Los manantiales de Glenwood constituyen un gran centro turístico, con piscinas naturales de manantial y una carretera que va a Aspen.
El cañón De Beque: dejando atrás los manantiales de Glenwood, el tren toma un rumbo más corto y rápido a través del Gran Valle. Hacia el norte, hay montañas con grandes depósitos de petróleo en sus rocas de esquisto. El paisaje se contrae a través del cañón Beque, llamado así en memoria de un jefe indio, y adquiere el color de la arena: capas de piedra arenisca intercaladas con esquisto.
El cañón Ruby: al oeste del Gran Cruce, se encuentra el cañón más ancho, joven y característico de la ruta; sus cimientos de piedra arenisca han ido erosionándose hasta formar enormes bloques con, acantilados prácticamente verticales, de un color amarillo rojizo.
El cañón Byers: el centro vacacional Hot Sulphur Springs anuncia la proximidad del cañón Byers, un estrecho desfiladero con acantilados verticales.
El cañón Gore: este espectacular cañón de colores oscuros se recorta entre la Sierra Media de las Rocosas, y debe su topografía a la posición vertical de un arcaico tipo de granito llamado gneis.
El cañón del Colorado: a lo largo de la línea, construida en 1934, la piedra arenisca del cañón del Colorado, depositada hace 150 millones de años, ha ido formando pendiente; el color característico de este cañón se debe al óxido de hierro.
El cañón Glenwood: durante más de 24 kilómetros, el derecho de paso queda enmarcado por el río Colorado y formaciones rocosas en vertical, predominando la piedra caliza con formas parecidas a bloques fracturados. Los manantiales de Glenwood constituyen un gran centro turístico, con piscinas naturales de manantial y una carretera que va a Aspen.
El cañón De Beque: dejando atrás los manantiales de Glenwood, el tren toma un rumbo más corto y rápido a través del Gran Valle. Hacia el norte, hay montañas con grandes depósitos de petróleo en sus rocas de esquisto. El paisaje se contrae a través del cañón Beque, llamado así en memoria de un jefe indio, y adquiere el color de la arena: capas de piedra arenisca intercaladas con esquisto.
El cañón Ruby: al oeste del Gran Cruce, se encuentra el cañón más ancho, joven y característico de la ruta; sus cimientos de piedra arenisca han ido erosionándose hasta formar enormes bloques con, acantilados prácticamente verticales, de un color amarillo rojizo.
"Si hubiera un podio de los mejores trenes del mundo, el California Zephyr estaría indiscutiblemente en uno de esos tres primeros lugares.
En el mismo nivel ubicamos a otros dos de excepción: el legendario Transiberiano ruso, de Moscú a Vladivostok, y el no menos famoso The Canadian, que recorre toda Canadá. En el Transiberiano -8 días de punta a punta- las distancias; la soledad y las estepas nevadas constituyen un marco quizás inigualable para los viajeros.
El transcanadiense, como el California Zephyr también tiene su punto fuerte en el cruce de las Montañas Rocosas. A su vez, dentro de Estados Unidos, la empresa nacional Amtrak tiene otros dos trenes comparables: el Empire Builder entre Chicago y Seattle, y el South West Chief, entre Chicago y Los Ángeles, que comparten el mismo tipo de equipamiento.
Son vagones de doble piso con asientos o con camarotes-dormitorios amplios y confortables, para dos personas, para familias y hasta con ducha personal, y para los pasajeros.
Hay un excelente vagón comedor y un vagón sólo para mirar el paisaje, con grandes ventanales y asientos giratorios. Un viaje en camarote, de costa a costa, puede valer casi tanto como viajar en avión.
Para quienes quieren aprovechar un viaje a Estados Unidos y Canadá para recorrer todo en tren, existe, además, un boleto único -al estilo del Eurailpass para viajar por Europa- que permite hacerlo a cualquier parte desde Miami hasta California, Nueva York, Toronto, Vancouver o cualquier otro lugar de los dos países, con la simple precaución de reservar previamente el asiento respectivo en cada estación". Germán Sopeña (*)
(*) Periodista. Fue secretario general de redacción del diario La Nación. Falleció trágicamente a principios del 2001 en un accidente de aviación mientras viajaba hacia el sur del país. Fuente: El Mundo de los Trenes - Edicones del Prado S.A. 1997 - Madrid (España) | La Nación - Buenos Aires (Argentina).
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